martes, 27 de abril de 2010

EL CASO ÚNICO DE JOSÉ TOMÁS / Por José Antonio del Moral

El caso único de José Tomás


Por José Antonio Del Moral

Torero extraordinariamente singular y, desde luego, el que en los últimos veinte años ha causado más impacto admirativo a los aficionados, en su mayoría rendidos incondicionalmente a su figura por su genial valor y por sus maneras tan apasionantes como polémicas.
En su mejor versión, clásico a la vez que dramático por su colocación comprometida en los cites, su quietud a ultranza, su estoica elegancia y su desprendida entrega que, a veces, llega a lo irracional cuando lo intenta ante reses poco o nada propicias en su cerril empeño de enjaretar su exclusivo toreo a toda clase de toros, aún a costa de incontables enganchones cuando no de serios y hasta muy graves percances como el que acaba de sufrir anteayer mismo en la plaza mexicana de Aguascalientes.
Aunque con el paso del tiempo, estas manifestaciones despreciativas de cualquier riesgo oscilaron entre periodos álgidos y otros conservadores y más lógicos, no obsta para que se le siga considerando por sus muchísimos partidarios como el no va más del toreo en toda su historia.
Pues lo que pesa es el recuerdo su torear abandonado, como ensimismado y sin control de sí mismo ni de las sorpresivas reacciones de los toros, dando la impresión de que no le importan las cogidas ni las cornadas. Ni siquiera la muerte.
Pero lo que muy pocos admiten es que no siempre es como quieren que sea, produciéndose un incontrolado espejismo colectivo que no admite discusión alguna cuando torea tan conservador como casi todos los demás y administra sus muy cuidadas comparecencias al mínimo, incumpliendo lo que cabe exigir a todas las grandes figuras: dar la cara en todas las plazas importantes cada temporada y torear las reses que corresponden a la categoría de estos escenarios alternando con sus más encarnizados rivales sin excepción.

Daños colaterales
Los organizadores de las próximas ferias y los aficionados que ya han comprado abonos o entradas para ver a José Tomás donde todavía sigue anunciado, andan preocupados por ver cómo le sustituyen. Los daños serán inevitables porque lo lógico sería hacerlo con matadores de toros de la misma o parecida categoría. Si fuera sustituido con diestros no tan importantes, el escándalo está servido.
La feria más cercana es la de Jerez en donde, además de José Tomás, faltará José María Manzanares que ayer mismo fue intervenido de su hernia discal y todavía no se sabe cuánto tiempo tardará en recuperarse del todo. Morante de la Puebla será el sustituto de José Tomás, pero todavía no se sabe quien reemplazará a Manzanares.
Luego vendrán los dos abonos de Madrid, en los que, salvo seis carteles, los demás apenas revisten interés. Pero como estas pobres combinaciones no se corresponden con la categoría de Las Ventas, la forzosa ausencia de Tomás, cuya contratación ha sido la palanca compensatoria de unos abonos que no han sido bien recibidos, lo ocurrido los deja en peor situación aunque la empresa se esté frotando las manos por el ahorro que supondrá la dichosa ausencia.
Otras corridas importantes donde se anunciaba Tomás y su falta acarreará malas consecuencias si las sustituciones no se hacen como debieran, son los dos festejos organizados para conmemorar el centenario de la fundación del Club Cocherito de Bilbao, la Feria de Pentecostés en Nimes, y las ferias de Córdoba y Granada. Estas dos últimas las organiza la misma empresa y, al igual que en Nimes, han dispuesto de abonos que obligan a comprar entradas para festejos nada atractivos si se quiere asistir a la corrida de José Tomás. Son los problemas que acarrea basarlo todo en la presencia de José Tomás para, aprovechando su tirón, tratar de ganar lo más posible a costa de rebajar la categoría de los demás festejos.
Las ferias que siguen a las mencionadas como las del mes de junio en Alicante - en donde no figura Tomás – Badajoz, León y Burgos, también se verán afectadas. Y menos mal que a Los Sanfermines de Pamplona no le anuncian. Pero sí en Mont de Marsan y en su primera tarde en Barcelona, en donde su ausencia será catastrófica porque su Monumental solo se llena en sus corridas a no ser que se remate un cartelazo con tres máximas estrellas que, aunque no agotaran las entradas, lograrían un aforo discreto aunque no plenamente satisfactorio para la organización.
Después, Dios dirá. De lo que suceda en las ferias de mayo, junio y julio dependerá todo.

La cogida en los vídeos
Ya hemos visto varias veces cómo fue la cogida de José Tomás en Aguscalientes y nos hemos detenido muy especialmente en el vídeo a cámara lenta. La relantización de las imágenes permite observar cómo y por qué sufrió la terrible cornada.
El toro, muy astifino, prendió a Tomás de lleno por el muslo izquierdo al dar muy relajado un natural tras cambiarse la muleta de mano. Justo en el instante de iniciar el natural, el diestro de movió un poco, el toro llo vió e, inmediatamente, se fue para Tomás. La cogida, pues, no fue porque José Tomás contraviniera las reglas como otras veces, sino por moverse al empalmar un muletazo con otro, error técnico que puede cometer cualquiera. Los comentarios que han vuelto a incidir en que la manera de torear de José Tomás supone un riesgo añadido al que siempre tienen los toreros, son pura entelequia.


Fuente: www.detorosenlibertad.com

viernes, 23 de abril de 2010

UNA ENTRETENIDA TARDE DE TOROS DE LOS CHINOS / Por José Ramón Márquez

José Ramón Márquez
Hoy, viniendo de Sevilla, me he entretenido en el tren en leer la prensa, las opiniones remuneradas, y luego he estado husmeando por al red las opiniones no remuneradas sobre lo de ayer en La Maestranza. A ver qué decían. Como en el arco iris ése que salió ayer sobre la plaza con sus colorines tan monos contra la nube gris plomo, pues resulta que tenemos de todo. Unos dicen que el toro de El Cid, el quinto, fue el toro de la feria (¿se han fijado en cuántos mejores toros de cuántas ferias le tocan siempre a El Cid? ¿No tendrá algo que ver el torero en esa desproporcionada estadística?); otros se ciscan en la corrida por cutre, blanda, y afeitada. Los hay que le dan palos a Ponce -uno, el más bajito y peor hablado, hasta le pide que se largue-, y los hay que le comprenden. Hay quienes no comulgan con El Cid de ayer y otros ven en su incompleta faena atisbos de su grandeza. Hasta hay quien saca la cara por Talavante. Hay un apasionante cruce de opiniones sobre el toro colorado del Puerto de San Lorenzo, que es el primero que veo con esa capa en mi vida en esa ganadería. Un galimatías, en suma.
Pues para echar más ruido y decir mi verdad también, por si a alguno le interesa, de los toros digo que el encierro fue una auténtica basura, retratada perfectamente por el que gritó "¿Dónde habéis comprado los toros? ¿En los chinos?"; que el manso toro Rinconcito, sobrero de Toros de la Plata (los manologonzález de Pedro Trapote), recibió leña para dar y tomar en cinco acometidas al caballo; que el toro quinto, con el hierro de La Ventana del Puerto, fue el más armonioso en tipo y hechuras de los que trajeron los antaño escrupulosos ganaderos, aunque el animal andaba con las fuerzas justitas y tuvo un castigo muy medido en dos buenos puyazos.
De las cuadrillas digo que el desorden de lidia del cuarto bis fue como de novillada pueblerina de los años sesenta; que Boni volvió a bregar con suficiencia y maestría (¿a cuántos mejores toros de cuántas ferias ha bregado a Boni?); y que uno de los Tejero se está poniendo hecho un fondón.
De los toreros diré que Enrique Ponce pareció que se quería medir con el toro Rinconcito, hasta que se aburrió o pensó que se le estaba mojando el pelo, y que a continuación dio un mitin con la espada por no querer comprometerse en obsequiar con una estocada aseada a una plaza a la que no debe nada y en la que, por cierto, nadie le espera. De Cid, de quien soy partidario confeso, que estuvo bien por momentos y menos bien en otros, que la sombra sevillana le hurtó la oreja que se pedía con suficiencia y que en los momentos buenos hizo el toreo, planteando una faena con altibajos en la que dejó retazos de su sello. Siempre ha habido faenas así y no pasa nada.
De Talavante, que Sevilla le esperaba mucho y se quedaron sin poder darle las orejas o la devaluada Puerta del Príncipe que acaso le tenían preparada. Lo siento, pero no me interesa su forma de torear.
En resumen, una entretenida tarde de toros, con la fortuna de tener cerca a buenos aficionados de Sevilla -algunos hay- y de Bilbao. Para los que ven los toros por la televisión, supongo que sería un plomazo insufrible. No sé cómo lo aguantan, y encima le hacen rico al fenicio Dr. Zaius.